Exijo una explicación

Todo lo escrito del punto en adelante es muy en serio. El resto sólo chacota.

¿Hiperconectividad e hiperidiotez?

Las RR.SS. como herramienta de control político y económico

Es cosa de buscar en internet imágenes del pasado de las calles de la ciudad. Ya sea aquí o en otros países y ciudades. Uno veía a la gente transitar a la gente poniendo atención al entorno, al paisaje, a la publicidad, a lo que ocurría alrededor. Lo mismo pasaba en la locomoción colectiva. Unos mirando lo que ocurría en las calles o al interior, y otros leyendo algún periódico para estar al tanto de las noticias del día. Hoy en día nadie va preocupado de lo que pasa a su alrededor, sino ensimismado, embobado, por el invento que ha revolucionado, y por qué no decirlo, alterado nuestra convivencia diaria; el teléfono móvil o celular. Hoy es posible ver a la gente caminando, subiendo y bajando escalas sin despegar la vista de su celular, incluso provocando accidentes debido a su peligrosa distracción. Uno se pregunta ¿Qué puede ser más importante que la vida o el mismo teléfono, que no paran de contestar un chat o ver un video? ¿Tan idiotas nos hemos puesto? ¿Estamos evolucionando o involucionando?

A través del teléfono, que ya no es un mero teléfono, sino que concentra múltiples funciones inimaginables hace treinta o más años atrás, tales como agenda, reproductor de música, videos y textos, máquina fotográfica, calculadora, juegos y un largo etcétera, solo limitado por su memoria y las aplicaciones de software que se instalen, lo que lo transforma en una máquina extensión de nuestra memoria, oficina, sala de juegos, etc. etc. Ya no necesitamos estar en casa para ver o escuchar las noticias, en la oficina para revisar tal o cual documento, para enviar o recibir mensajes de texto (un concepto moderno cuyo tatarabuelo podría ser el telegrama). La base de todo el funcionamiento que he descrito es la internet, la que permite a los dispositivos estar interconectados. Sin ella, estos teléfonos pasarían a ser eso mismo: un simple teléfono con algunas funciones adicionales.

Con internet ha venido a crease un nuevo concepto: el de las redes sociales (RR.SS.). Y con éste, nuevas formas de hacer negocios y nuevas formas de llegar a modificar conductas. Así se le han abierto el apetito tanto a empresarios como a políticos para influir en su favor sobre una población cada vez más conectada, o más bien hiperconectada, a través de los teléfonos móviles. De esta manera hemos visto cómo se han puesto en duda los resultados de elecciones políticas debido a la influencia sobre la intencionalidad de voto a través de redes sociales invadidas por bots, que no son otra cosa que un software que descubre los gustos e intenciones de los «consumidores» al navegar por la web, mostrándole en las redes sociales publicidad y noticias, verdaderas o falsas, estas últimas llamadas «fake news», cuya única finalidad es cambiar la intención o preferencia del consumidor o elector al reforzarle su pensamiento en cierta dirección. En otras palabras, las redes sociales y a través de los teléfonos móviles, se han transformado en una eficiente manera de influir y controlar la mente de los incautos e ignorantes que creen en todo lo que ven a través de dichas redes.

Al tener acceso a través de internet a toda la información posible y disponible, nunca antes podríamos haber estado mejor y más informados. Sin embargo, lo que parece ser una paradoja, la gente parece estar más ignorante. Aquellos que vemos ensimismados frente a la pantalla del pequeño artefacto, no están mayoritariamente aprendiendo algo o informándose, sino que mirando banalidades o respondiendo mensajes de igual tenor. Por ello es que pareciera que mientras más hiperconectados, más hiperidiotizados estamos. Están, prefiero decir. A río revuelto, ganancia de pescadores. Y ya sabemos quiénes son los pescadores en este mar de información.

26 agosto 2022 Posted by | Nuevas tecnologías | | Deja un comentario

Hola inmundo!

Siempre las primeras pruebas de páginas web comienzan con el mismo mensaje: Hello World!
Como quien furtivamente le dibuja unos bigotes a la pintura La Gioconda de Da Vinci, le he agregado un par de letras, cambiando el sentido de la palabra «mundo», por algo en lo que se está convirtiendo gracias a nosotros mismos, los seres humanos: algo impuro, deshonesto, sucio. Así está quedando nuestro mundo, nuestro planeta azul, el que dejaremos para las generaciones venideras.
Como dice mi amigo Antonio de la Fuente, quien me ha acogido en su blog y a quien agradezco por aceptar con paciencia placer mis comentarios y chascarros, somos de la generación de los sin-cuenta. Raro nos resulta a personas de dicha generación ventilar nuestra vida, pensamientos, sentimientos y conocimientos en este muro electrónico (e-wall), donde todos pueden leer y poner su sano comentario (espero), o bien rayar, tajar, tirar su escupitajo (ojalá no). Somos de los que escribían en un cuaderno, a lo más en un diario de vida -principalmente las mujeres- que guardábamos celosamente con un candadito.
Hoy en día no hay candadito ni candadote que valga. Todo es violable. Y no te das ni cuenta. Si al menos te avisaran. Como para gozar un poco digo yo. Los candados fueron reemplazados por contraseñas o passwords, y la anónima firma de Walt Disney (el dibujo a mano alzada de un pene) en tu cuaderno del colegio fue reemplazada por un virus o gusano informático que te obliga a formatear el computador, sin saber cuánto de lo que tenías grabado alcanzaste a salvar, echando de paso imprecaciones o recordando los genitales de la madre de algún hacker filipino o hindú -con el perdón de los filipinos e hindués, que sólo he puesto a manera ilustrativa de ejemplo- (No se me ocurrió poner un chileno, sorry), quien ha tenido el tiempo, la motivación y los recursos para escribir un abominable programa que se propaga como un virus por el ciberespacio (ah! por eso se llaman así…) .
Si ya no es necesario que te envíen un email y luego evitar abrirlo. Basta con visitar un sitio web y quedas pringado. Es como si alguien en nuestros tiempos, le pegara una hojeada a la antigua revista Pingüino o Viejo Verde y se agarrara una gonorrea… Suena feo, pero el símil es válido. Ya no hay e-salud… Exijo una explicación!

3 May 2008 Posted by | Nuevas tecnologías | | 2 comentarios