Exijo una explicación

Todo lo escrito del punto en adelante es muy en serio. El resto sólo chacota.

La rana y el agua hirviendo

El siguiente post lo tenía escrito y guardado hace mucho, pero por diversas razones había extraviado la contraseña para entrar al blog. Ahora lo publico aunque a destiempo, pero igualmente válido.

Existe una fábula popular que dice que si pones una rana dentro de una olla con agua hirviendo saltará fuera escapando de inmediato. Pero si pones la rana en agua a temperatura ambiente y muy, muy lentamente se va calentando hasta que comience a hervir, la rana se quedará tranquila. La rana se fue acostumbrando. Sin embargo, poco a poco, el agua subió de temperatura. Tanto, que llegó a estar tan caliente, que la rana murió de calor. El aumento de la temperatura era tan sutil que el cuerpo de la rana se fue adaptando al cambio, hasta que finalmente muere hervida, casi sin darse cuenta.

Es un poco de lo que estamos viviendo actualmente. Con el pretexto de una pandemia y con una propaganda de miedo a enfermar y morir inserta en todos los medios, se nos han restringido nuestras libertades casi sin darnos cuenta. Primero con la imposición de un toque de queda, luego con la prohibición de circulación por las calles y el cierre de ciertas actividades no esenciales, seguido de un control de la información o censura de todo aquello que informe o contradiga la versión oficial relacionada con la pandemia. La idea es que nos acostumbremos o normalicemos la situación, pero lo más importante es que nos vacunemos. Y ojalá el 100% de la población inclusive los niños ( no me extrañaría que algún descerebrado esté pensando en vacunar a los fetos o nonatos). Así todos, juntos como hermanos vamos obedeciendo a la la «santa iglesia covidiana».

Me llama poderosamente la atención que toda explicación o justificación siempre termine en la palabra «vacuna». Primero, cuando la supuesta pandemia comenzó y las cifras estadísticas oficiales mostraban los contagios, y los enfermos en las UCI’s y los muertos por enterrar (qué raro que ahora no hayan muertos haciendo fila en el cementerio), la propaganda decía «estamos a espera del descubrimiento de una vacuna que será la solución». Cuando la vacuna fue supuestamente «creada» la propaganda dijo «hay que vacunarse para que termine la pandemia». En nuestro país comenzaron a vacunar a los adultos mayores y muchos dijeron (incluso autoridades) que el fin de la pandemia estaba cerca. Sin embargo de pronto las cifras oficiales mostraron nuevamente un alza en los contagios, y las autoridades políticas que siempre le encuentran una explicación a todo, dijeron que era porque no todos se habían aplicado la segunda dosis o porque los más jóvenes faltaban vacunarse. Ahora la nueva explicación es por la variante delta, que es más contagiosa. Y luego vendrá la variante epsilon, theta, iota, lamda y todo el alfabeto griego. Todo lo anterior me parece una seguidilla de mentiras o justificaciones, y siempre existirá una razón para mal explicar por qué las cifras de contagios oficiales bajan y vuelven a subir, para luego justificar la vacunación, al punto que ya se está hablando de una tercera dosis. Ya lo han dicho, quieren hacerlo permanente, todos los años. ¿Y por qué no hay ninguna voz oficial que hable de tratamientos, como sí existe en el caso del virus VIH? He leído opiniones científicas que hablan de tratamientos que reducirían los síntomas, los contagios y la probabilidad de caer en la UCI o morir. Pero muchos se preguntarán dónde están esas opiniones científicas. Como podrá imaginarse el lector no es información oficial de la santa iglesia covidiana, y por ende contrario a la vacunación. Es información que cuesta encontrar en la web (no estoy hablando de videos de Youtube sino que de estudios publicados) y que la gente común y corriente no sabe cómo buscar.

Me temo que detrás de la vacunación existe un propósito que ni el mismo Nicolás Maquiavelo pudo imaginar. Mientras tanto se nos intenta imponer un carnet de libre circulación exclusivo para aquellos que tengan su vacunación completa, de modo que aquellos que no lo tengan no dispongan de las mismas libertades. He escuchado a muchos que no querían vacunarse o dudaban de hacerlo, ahora cambian de opinión por el sólo hecho de pensar en las restricciones o falta de libertades que implica el no tenerlo.

Nos están cocinando a fuego lento y no nos damos cuenta.

19 abril 2022 Posted by | Pandemia | Deja un comentario