Preparándose para el futuro

He encontrado este interesante artículo de la revista Mundo Nuevo, donde se detalla un decálogo de consideraciones a tener en cuenta para enfrentar lo que viene:

“¿Te sientes abrumado por el cambio climático y por el cenit del petróleo? Acá unos pasos a seguir para enfrentarlo:

1. Organiza unas videoproyecciones de “El Fin del Sueño Americano”: The End of Suburbia. Proyéctalo en reuniones, difúndelo, y así poner en marcha la discusión.
2. Aisla tu casa. Imagina calentar tu casa cuando el costo del petróleo sea 3 o 4 veces más caro de lo actual. Merece la pena si lo haces ahora, cuando los materiales para aislar son relativamente baratos, para hacer tu hogar lo más energéticamente eficiente posible, aislando donde se debe y haciendo una casa a prueba de fugas de calor.
3. Libérate de todas las deudas. Cuando la escasez de petróleo empiece a notarse en casa, la economía entrará en un período muy difícil. No será buena época para deber grandes cantidades de dinero a un banco. Haz que liberarse de todas las deudas sea una prioridad familiar, y úsalo como una oportunidad para simplificar tu forma de vida.
4. Comienza una huerta/jardín. Estamos en un tiempo en que la comida es artificialmente barata. Es hora de aprender cómo cultivar comida, y ésto llegará a ser una parte muy importante de nuestras vidas en un futuro cercano.
5. Sé conciente de lo que te rodea. Hoy en día estamos desconectados del mundo donde vivimos. Sabemos más sobre lo que está pasando en la naturaleza por medio de la televisión, que por nuestro propio jardín. Proponte a ti mismo aprender los nombres de los ríos locales, de cinco árboles nativos de tu área, los nombres de 10 plantas que crecen en tu alrededor y sus usos, qué tipo de suelos tienes.
6. Haz un curso de Diseño en Permacultura. Esta es una oportunidad para aprender un completo juego de prácticas habilidades que te permitirán diseñar un estilo de vida con un uso reducido de energía para ti y tu familia.
7. Pregúntate “Si lo necesitas”. Nuestras casas están llenas de cosas que no necesitamos, cosas por las que hemos tenido que pagar y que más tarde hemos tirado. Una buena disciplina a adquirir es preguntarse antes de comprar algo “¿realmente necesito ésto? ¿ésto es saludable para mi? ¿para el planeta? ¿para la gente que lo hizo? ¿no tengo algo parecido que pueda hacer el trabajo en su lugar? Probablemente el mejor paso es deshacerse de la televisión.
8. Analiza tu situación laboral. Si vives muy lejos de donde trabajas, quizás ses tiempo para reexaminar tu situación laboral. Viajar largas distancias llegará a ser menos y menos factible, ¿podrías ir a trabajar cuando la bencina cueste $2500/litro o $5000/litro ó $10000 /litro? ¿Merece la pena vivir en las afueras cuando todo tu trabajo lo realizas en la ciudad? ¿podrías llevar tu trabajo donde vives y trabajar desde casa?
9. Crea una Comunidad. Estos pasos son más fáciles de conseguir junto a otra gente.
10. Celebra. Organiza una fiesta para celebrar cada paso que des en la dirección de ser menos dependiente del petróleo. Es importante que tus amigos y vecinos vean lo positivo que son los pasos que estás tomando y que buen efecto está teniendo en tu vida. La positividad es contagiosa.”

Sobredosis de plegarias

¿Hubo sobredosis de plegarias a San Isidro Labrador? ¿Cómo es que pasamos de la sequía a la inundación en el lapso de una semana?

Tal parece que muchos chilenos no entienden que nuestro país es así y que además estamos sujetos a los vaivenes del cambio climático global.

¿Cuándo nuestra abuelita había escuchado hablar del Niño o de la Niña, salvo para referirse a una vecina o a la hija de fulano? Jamás. Para ella los inviernos eran lluviosos y punto. Ahora resulta que dependiendo de la aparición de dichos fenómenos, ocurren inviernos más lluviosos o más secos.

Según los meteorólogos, -unos señores que se ganan la vida haciendo complejos cálculos y procesando información enviada por un satélite, y que llegan al mismo pronóstico de mal tiempo que la abuelita que le dolían sus huesos- estábamos en presencia del fenómeno de la Niña, un comportamiento climático que se alterna con el del Niño. A grandes rasgos estos fenómenos se caracterizan por la presencia de temperaturas frías y permanentes del océano (la Niña) o por temperaturas del océano inusualmente calientes (el Niño). Estos fenómenos producen simultáneamente excesivas lluvias y sequías en diferentes lugares del planeta. En Chile la Niña nos afectó con una persistente sequía, mientras que en Perú, Bolivia y otros países con lluvias e inundaciones al mismo tiempo.

No hay que ser demasiado listo para darse cuenta que la sequía ha terminado abruptamente. Con inundaciones, cortes de caminos, destrucción de puentes y hasta cortes de agua potable. Algo paradójico: sin agua potable. ¿Cómo con tanta agua que cayó no tenemos agua potable? Una de las características del fenómeno climático que nos afectó es la alta temperatura, lo cual hizo llover sobre las montañas a alturas superiores a los dos mil y tres mil metros, agua que posteriormente arrastró material o erosionó, y fue a parar a los ríos. De allí es tomada y procesada por las plantas de tratamiento de agua potable que se encontraron con una cantidad inusual de material sólido en suspensión.

Muchas personas se preguntan por qué cuando llueve en Chile es noticia, siendo que ello es un fenómeno absolutamente normal que en otras latitudes no pasa de ser rutina. La respuesta está muy relacionada con la aventurada en el artículo sobre Chaitén. Porque Chile posee una geografía montañosa. En algunas zonas, en menos de cien kilómetros las aguas lluvias deben bajar desde las altas montañas al mar. Por ello nuestros ríos no son corrientes calmas como lo es el Río de la Plata, el Amazonas o el Orinoco. Son ríos donde las aguas bajan velozmente y que, cuando el caudal aumenta también lo hace su velocidad. Ello es una enorme energía en movimiento. Para más remate los ríos corren perpendicularmente a la dirección de circulación normal de nuestras rutas. Al final todo se resume en criterios económicos. Si deseamos que nuestro país no se corte, hay que construir dobles o triples carreteras y puentes, con más y mejores características técnicas. Sin embargo, no hay obra que pueda construir el ser humano que sea inmune a todo evento. La naturaleza siempre tendrá una carta mayor que mostrar.

Las fotografías de carabineros cargando ancianas con el agua hasta la cintura son parte de nuestro paisaje invernal, de la misma manera que debemos acostumbrarnos a los temblores desde el momento que nacemos en Chile.

No podemos evitar que la tierra se sacuda. Pero sí podemos evitar que se construyan casas en lugares que tienen altas posibilidades de inundarse ante crecidas de ríos.

Biocombustibles ¿Solución o suicidio?

El mundo sufre actualmente uno de los peores escenarios en materia de precios del petróleo y de ciertos alimentos básicos tales como el trigo, maíz, arroz, etc. La economía mundial se sostiene sobre el petróleo como fuente de generación de energía. Sin ello el desarrollo actual habría sido imposible.

Sin embargo en casi tan sólo un siglo de consumo hemos quemado para producir energía lo que la naturaleza demoró millones de años en formar. El petróleo es un recurso no renovable y deberá agotarse.

Como solución ha aparecido una alternativa denominada biocombustibles. Estos a diferencia del petróleo que fue formado de manera natural, debe ser fabricado a partir de organismos recientemente vivos o sus desechos metabólicos. De éstos se han desarrollado principalmente dos: el bioetanol y el biodiésel. El bioetanol se fabrica a partir de maíz, sorgo, caña de azúcar, remolacha, trigo y cebada. El biodiésel por su parte se fabrica a partir de aceites vegetales ya usados o sin usar. En otras palabras, los biocombustibles se fabrican a partir de alimentos. Se requiere convertir alimentos en combustible, o sea quemar alimentos.

¿Es que a la humanidad le sobran alimentos y estamos empleando esas sobras para dicho propósito?

Detrás de todo esto hay una enorme desinformación e intereses económicos y políticos que provocan giros de apoyo o en contra de su utilización.

Como ventajas de los biocombustibles se ha esgrimido que reducen la emisión de gases efecto invernadero, que cuesta menos, y que son rendidores.

Algunas fuentes afirman que el balance neto de emisión de dióxido de carbono por el uso de los biocombustibles es cero, ya que lo que por un lado al generar CO2 producto de la combustión, éste se consume posteriormente en forma natural por las mismas plantas o vegetales que producen las semillas materia prima, al realizar la fotosíntesis. Sin embargo muchas de las operaciones llevadas a cabo para producir el biocombustible, como es el uso de maquinaria agrícola, la fertilización y el transporte de materias primas, emplean petróleo lo que genera un balance a favor o positivo de emisiones de CO2.

Se debe mencionar además que los países pobres que ven esto como un ahorro en la importación de petróleo están deforestando grandes áreas de espacio natural, que incluyen selvas y bosques para crear plantaciones de biocombustibles. Es decir, justamente lo contrario que se esgrime como beneficio: reducir la emisión de CO2. Para deforestar incendian, y las plantas que reemplazan al bosque nunca limpian de CO2 la atmósfera como lo hacían las especies arbóreas anteriores. Es decir, todo mal.

Pero el problema no termina allí. Los efectos económicos sobre los precios de los alimentos estamos comenzando ya a verlos. Los agricultores están sustituyendo la producción de alimentos por cultivos destinados a biocombustibles. Incluso se sabe de casos que han llegado a destruir cultivos de trigo recién sembrados para cambiarlos por maíz.

El mundo necesita desde hace ya tiempo reemplazar las fuentes de energía por otras renovables y baratas. Ellas existen, no tengo la menor duda, pero los intereses económicos y políticos son demasiado poderosos. Estos evitan a toda costa su desarrollo e implementación. El limón hay que exprimirlo hasta que dé la última gota.

En resumen, los biocombustibles parecen cumplir con ese antiguo refrán español: “Pan para hoy, hambre para mañana”.

No quisiera ser agorero, pero me da vueltas en la cabeza una profecía de los mayas, quienes tenían el calendario más exacto y que no dejan de sorprenderme por sus conocimientos: el cambio de era vendrá el 21 de diciembre de 2012. Tal vez estamos en manos de Ixtab la diosa del suicidio Maya.